Estrellas y borrascas, editado por Desnivel y traducido por José Isidro Gordito, es un clásico entre los libros de montaña. Publicado por primera vez en 1954, su autor, el francés Gaston Rébuffat (1921-1985) fue uno de los mejores alpinistas de su generación y el primero en completar la ascensión a las seis caras norte más importantes de los Alpes. Tras una acertada presentación a cargo de Lord John Hunt, jefe de la expedición británica al Everest de 1953, este breve librito narra en episodios independientes las ascensiones de Rébuffat a estas seis caras norte: El espolón Walker de las Grandes Jorasses, el Piz Badile, Les Drus, el Cervino, la Cima Grande di Lavaredo y el Eiger.
Antes de apasionarse por el mundo de la montaña y el alpinismo Rébuffat quería ser escritor, y se nota. Entre los libros escritos por alpinistas que he tenido la oportunidad de leer, Rébuffat es de largo el mejor narrador, el más virtuoso y también el más sencillo. Cada uno de los capítulos se inicia con una descripción de la montaña y nos introduce en la historia de los diferentes intentos realizados para alcanzar su cima: los fracasos, en ocasiones la tragedia, y siempre un triunfo final acaecido en los años treinta, cuando Rébuffat era un adolescente. Estas introducciones sencillas y brillantes son una de las mayores satisfacciones que proporciona Estrellas y borrascas. Tras la breve introducción Rébuffat narra su propia experiencia al afrontar estas paredes norte, lo cual supone entrar en un mundo de vivencias y sensaciones, el encuentro de una actitud y sobre todo, de una relación generosa con el otro y el mundo de la montaña.
Tal y como adelanta Lord John Hunt en el prólogo:
Tal y como adelanta Lord John Hunt en el prólogo:
«Lo que a mí me gustaba más del relato de estas bellas escaladas era que concedía más interés a sus compañeros, a la atmósfera de la gran ascensión, que a los problemas técnicos con los que se encontraba. Allí, delante de mí, tenía a un hombre enamorado de sus montañas, un gran artista, inconsciente de su gran valor.»
Esta aparente facilidad y una voz tan amable como la de Rébuffat hacen que esta obra carezca de la dosis de esfuerzo más allá de los propios límites que acompaña a otros libros dedicados al alpinismo. Las virtudes de esta obra son tan numerosas que no echamos en falta una épica y, sin embargo, la encontraremos en su último episodio dedicado a la ascensión de la cara norte del Eiger. Quizás el más memorable. En él, la superación de adversidades más allá de lo previsible y la espléndida narrativa de Rébuffat se dan la mano. Primero porque entrar en la historia de los intentos de ascender la enorme pared del Eiger es sobrecogedor. Siempre lo es. También porque una situación inesperada hace que nueve alpinistas de tres nacionalidades diferentes -el extraordinario Hermann Buhl entre ellos- compartan pared y cuerda durante los días que dura la ascensión bajo condiciones extraordinariamente adversas.
Estrellas y borrascas de Gaston Rébuffat me parece un libro apasionante y de un extraordinario acento literario. Una magnífica lectura.
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«Así, de los sueños, nacen las grandes alegrías de nuestra
vida. Los sueños son siempre necesarios. Los prefiero a los recuerdos.»
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| Gaston Rébuffat en la Aiguille du Rock |

